¿Amor Fast Food?

Lo rápido y fugaz parece afectar todos los órdenes de la vida. A simple vista parece que lo rápido, efectivo y sabroso genera mas deleite que lo se consigue con mas tiempo y mas trabajo. Todo parece indicar que estamos condenados a que cuanto mas rápido y veloz recibamos lo que necesitamos, seremos mas felices.

Veo en lo rápido algo transaccional que no me gusta. No le puedo decir a mi esposa: Me deleito profundamente en vos... así que me haces una rica cena, dale? Así no funciona. Ella se sentirá sobornada en sus sentimientos. No le puedo decir a mi hijo: Me encanta jugar a la pelota con vos... así que, podrías levantar la mesa primero? Si en nuestro corazón encontramos deleite y gozo en jugar con el, ése mismo deleite no se puede desarrollar como un medio para que él haga algo.

El título es para debatir, para pensar. Veo tantos cambios de relaciones, no sólo en la gente joven sino en los mayores también, entonces me pregunto. ¿Nuestra sociedad prefiere el amor fast-food? ¿Estamos condenados a vivir un amor fugaz? ¿Por qué todo lo que hacemos tiene que darnos algo a cambio?

Supongo que la manera de consumir el amor de hoy, es esencialmente egoísta. El egoísmo busca su propia felicidad a expensas de los otros. El amor busca su felicidad en la felicidad del ser amado.

Dice John Piper en relación a los placeres privados (infidelidad, aventuras, etc) El apostol Pablo no construye un dique para contener el río del placer, sino que construye un canal para que fluya. Dice "Esposos y Esposas, reconozcan que en el matrimonio se han convertido en una sola carne." Si viven para sus placeres privados a ex-pensas de su cónyuge, están viviendo en contra de ustedes mismos y están destruyendo su gozo. 

¿Qué hombre será mas pleno? ¿Un hombre que vive toda la vida con la misma mujer o un hombre que vive cambiando de relaciones? ¿Qué mujer será mas feliz? ¿La que tiene varios pretendientes que pueden "satisfacerla" o la mujer que tiene un sólo hombre pensando en como perfeccionar su felicidad día tras día?

Nunca me gusta cerrar mis pensamientos con verdades sublimes o establecidas. Pero hoy haré una excepción. En algún mensaje de mi viejo, le escuché decir ésta frase, "...creo que el verdadero macho es aquel hombre que dedica toda su vida a satisfacer a una sola mujer..."