Perdiendo el control sobre nuestras respuestas automáticas

Los diálogos en la pareja son uno de los problemas mas comunes. "El no me escucha o Ella no me entiende", son las quejas que mas suenan en los consultorios psicológicos o pastorales. Muchas de las razones por las cuales nos cuesta comunicarnos con nuestra pareja es porque no paramos un segundo de pensar, de razonar y de construir ideas aun cuando estamos en silencio.

Estamos acostumbrados al pensar y contestar rápido, casi tan rápido como te preparan el combo del Mac Donald´s o pagas el peaje en una autopista. Mientras el te habla, vos ya estás pensando que vas a responderle y viceversa. Mientras esperas en silencio (en el mejor de los casos) vos seguís maquinando pensamientos y casi estas preparando un reves onda tenis para cuando tu pareja haga una pausa o tome aire para seguir.

Te estarás preguntando el por qué del título y es justo la razón de éste corto pensamiento. Necesitamos perder el control sobre nuestras respuestas automáticas. Necesitamos hacer el esfuerzo de poner en blanco nuestra mente. Amar a nuestra pareja es también escucharla con todos nuestros sentidos. En otro pensamiento escribí sobre la escucha activa en el matrimonio, te recomiendo que lo leas para profundizar éste tema.

El piloto automático nos está matando. Tenemos respuestas seteadas para cada momento del día. Algunos estallan. Otros se esconden en el silencio. Pero a todos nos cuesta escuchar al otro, mirarlo, borrar nuestra memoria ram, poner pausa y darle nuestros cinco sentidos a nuestra pareja.

Para descubrir y trabajar nuestra madurez en la peraja tenemos que en "algunos" momentos navegar en las profundidades de una charla genuina y sincera. Para que la respuesta sea franca, necesitamos perder el control sobre nuestras respuestas y dejar que Dios nos guíe en nuestro hablar. 

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