Escenas de la Vida Conyugal

Cómo a mi esposa y a mi nos resulta muy interesante estudiar, investigar y buscar maneras de construir matrimonios fuertes, ayer nos dimos una vuelta por el Teatro Maipo, donde estan re-estrenando la obra con la que el Teatro reinaguró sus funciones en el año 1994. En su oportunidad actuaban Alfredo Alcon y Norma Aleandro, quien hoy dirige la actual presentación. Si bien no somos críticos de teatro, nos (me) gustaría opinar sobre el hilo conductor de la obra, porque creemos en el matrimonio como célula fundamental de nuestra sociedad y creemos que su único fundamento sólido para que pueda permanecer es acercándonos al diseño original que Dios pensó para el hombre y para la mujer.

En primer lugar, cuando salimos del teatro, pasadas las 22.30 hs, caminamos unos metros en silencio, por la mojada Esmeralda hacia Lavalle, esquivando un poco de basura y muchos autos, y fue entonces cuando le pregunto a mi esposa:

- Y?
- No me gustó! Respondió ella y añadió: 
- Y a vos?
- Tampoco.

Casi al instante, comenzamos a elogiar a Valeria y a Ricardo, por su increíble actuación. El momento donde ella habla por teléfono, o las miradas de el, sus silencios o sus ácidas respuestas. Sus participaciones son geniales, bajo un guión de impecable redacción.

En la sala hubo momentos de risas muy largas pero también hubo momentos de profundos silencios. 

Pero entonces, ¿por qué no nos gustó? 

Quizás porque en cada acto (escena) si bien los dos primeros fueron muy divertidos, los posteriores actos se volvieron pesados con situaciones bien "complicadas" de la vida conyugal, donde algunos pocos soltaron alguna carcajada, mientras otros miraban en un profundo silencio. Podríamos decir que la obra en términos generales habla de la miseria, de la basura, de las angustias y de los desaciertos de toda pareja.

Hasta acá podrías decirme: -y bueno, eso es lo divertido, reirnos de nuestras miserias o quizás llevar la miseria a tal extremo para que nos demos cuenta de los valores que hemos abandonado al vivir egoístamente nuestras vidas conyugales. 

Pero tampoco. 

Hubo momentos muy duros en los diálogos, sobre todo en los diálogos donde Juan se dirige a Mariana (nombres en la obra) donde se creaba un desconcierto tal en los que estábamos presentes, que sólo se podían escuchar a algunas personas cuando tosían, ya que, un dato no menor, la acústica del Maipo es increíblemente muy buena.

Me gusta pensar que la vida conyugal es mucho mas de lo que anoche vimos en es teatro y aunque algunos puedan decirme que es un triste pero fiel reflejo de la sociedad, creo que la vida conyugal es mucho mas interesante, divertida y apasionante que ese relato. 

Y la única manera de convertir ese relato de la vida conyugal al concepto de matrimonio que Dios diseñó es buscando a Dios. El único camino para saborear y disfrutar una pareja es volviendo al manual y estudiando todo lo que la Biblia dice sobre el matrimonio. En éste blog encontrarás algunos textos que quizás puedan ayudarte a fortalecer tu matrimonio.

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