-Espera que llegue Papá y vas a ver...
Siempre nos enseñaron que ésto estaba re-mal, ya que ésta frase ponía a la mamá en un estado casi pintada al agua, ya que está delegando en el papá toda la responsabilidad de la corrección, cuando la palabra de Dios nos invita a instruir al niño en su camino.
Si bien ha cambiado un poco la logística de la educación, ya que hoy (en muchos casos) es necesario que ambos padres salgan a trabajar para cubrir los gastos y casi llegan juntos a la casa, o en el mejor de los casos, es la madre la que llega primero a la casa, porque trabaja menos horas.
Aun con ésta corriente social donde ambos padres trabajan, ésta frase ha mutado un poco, pero no tanto y las madres siguen marcando más a sus hijos que los padres, por el cansancio, por las diferentes ocupaciones. Quizás porque son las madres las que, aunque trabajan, siguen supervisando las tareas del colegio, van a las reuniones de padres, siguen sirviendo la comida, etc.
Entonces hoy, cambié de idea y me puse a pensar que "el que está pintado al agua es el Papá, siempre hablando en relación a la educación de los hijos. Y seguramente las mamás "sin querer" le sacan oportunidades a los papás para que disciplinen o simplemente se relacionen con sus hijos tomando decisiones sobre ellos. O quizás las mamás, tambien queriendo, ya que ven a su esposo muy agotado, no esperan a que llegue y son las que deciden, aplican y sancionan a sus hijos.
Te estarás preguntando ¿A donde quiero llegar?
A que la frase del título de éste post, se vuelva a escuchar. Espero haber sido claro en el pensamiento y me gustaría que esa frase trillada que alguna vez hemos escuchado "espera a que llegue Papa y..." la volvamos a escuchar. Sobre todo sería muy bueno que las mamás las vuelvan a decir para incluir a los papás en la educación de nuestros hijos.
No será éste, un tiempo, para volver a decir ¿Esperá a que llegue papá y vemos?
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