Nehemias 1

En éste capítulo veremos quién era Nehemías, las noticias que trae su hermano y por último, la reacción de Nehemías Cómo ya dijimos Nehemías es parte de la 3er grupo que retornaría a Jerusalen y ya habían pasado cerca de 13 años desde que volvió Edras. Nehemías estaba en el palacio invernal del Rey Artajerjes en la ciudad de Susa y recibe a su hermano Hanani durante los meses de Noviembre y Diciembre del año 444 AC. Notemos que si bien hubo un despertar espiritual y los persas habían permitido que los judios vuelvan a Jerusalen, Nehemías era responsable ante una persona que no creía en Dios, Artajerjes y la decisión de abandonar su puesto de trabajo será un gran desafío. 

Nehemías era un copero del rey. Un copero inicialmente lo que hace es probar la copa que va a tomar el Rey y asi con cada uno de los alimentos. Despues se convierte en un consejero. Tiene mucha influencia sobre el rey. Algunos creen que Nehemias era una persona con mucho conocimiento. Los comentaristas concuerdan que nacio aquí y nunca vivio en Jerusalem, no conoce Jerusalem. 

1 Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, 

En el libro de Edras hay otros personajes con el nombre de Nehemias, entonces creemos que muy probablemente Nehemías mismo escribió su libro y por eso se menciona como hijo de Hacalías, nombre que no aparece en ningún otro lugar en la Biblia. Se cree que Nehemías nació en Babilonia, que despues sería conquistada por Persia, donde actualmente estaba viviendo. La capital del imperio Medo-Persa, Susa. No sólo era la capital para ese reino, sino se cree que los judíos de la época tambien reconocían a Susa como su capital. 

2 que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. 

Todos los comentaristas coinciden que no era un hermano “judío” sino un hermano de sangre, hermano carnal. de carne. De hecho lo vuelve a mencionar en el capítulo 7 vers 2 y en singular. “mandé a mi hermano” Notemos que hay 2 preguntas. 
La primera es por los judíos que habían escapado y la segunda es por Jerusalen. Estando Nehemías en un lugar de pleno confort, se preocupa por sus hermanos judíos. Aquí ya comienza a describir una gran cualidad como lider. Se interesó por sus hermanos, aun estando a mas de 1200 kilómetros, aun sin conocerlos personalmente. Nehemías no tenía que preguntar nada. Muchas veces no preguntamos, no nos interesamos por el otro. Nehemías tenía un buen trabajo, y aun viviendo rodeado de un lugar increíble como la capital del Reino, su corazón late tambien por la ciudad donde Dios dijo que iba habitar su nombre, Jerusalen. Veamos la respuesta de su hermano. 

3 Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. 

El termino “gran mal” significa miseria, calamidad. El pueblo se encontraba en una posición vulnerable. Estan en vergüenza. La palabra “afrenta” significa penetrante, cortante, agudo, o algo que traspasa. La idea de Nehemías quizás, pensando que la gente en Jerusalen estaban felices, en la casa de Dios, se estaba derribando a pedazos. Los judíos estaban débiles porque los muros estaban derribados. Jerusalen había perdido la seguridad que tuvo en los tiempos de David, de Salomón. Los muros derribados no solo era algo físico, sino tambien espiritual. El pueblo que vivía en Jerusalem estaba desganado, ya que sin muros, sin protección, nada tenía sentido. 

4 Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. 

Sus piernas perdieron fuerzas, tuvo que sentarse. Lloró (lamentar) y ayuno en el lugar de confort, en un lugar lleno de lujos, se privo de muchas cosas. En Lucas 19:41-44 Jesus llora por Jerusalem, la misma reacción tiene hoy Nehemías. Esta llorando por la triste situación de su pueblo. Nehemías reacciona ante el pecado, ante la vergüenza de su pueblo. Hace duelo y ayuna aun estando en el palacio del Rey. Te imaginas tenerlo todo y rechazarlo por amor a un pueblo y a una ciudad que sólo conocía de oidas. 

5 Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; 

Nehemías no se queda llorando su pecado, sino que sabe a quien buscar y comienza adorando a Dios. No comienza pidiendo nada, el comienza declarando en quien tiene puesta su fe. Pone su dolor en su Dios. Las palabras fuerte, grande y temible se traducen como formidable, una palabra muy utilizada para adorar a Dios. Guarda el pacto, está declarando que Dios es fiel y enseguida declara que a pesar de que es grande, es misericordioso con los que le aman. Ante la ruina, ante una gran mala noticia, lo primero que hace es adorar a Dios. 

6 esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. 

Primero notemos “tu oido”, “tu siervo”, “delante de ti”, el énfasis en la oración no está en Nehemías y su posición, está exclusivamente enfocado en Dios. Nehemías confiesa en primera persona y se incluye. Nehemías se identifica cuando dice “hemos” cometido contra ti. Para que quede claro, remarca Yo y la casa de mi padre hemos pecado. Ahora, donde estaba Nehemías? En el palacio real. Entonces… Conocía Jerusalen? No! Pero al escuchar la noticia se identifica con la necesidad de sus hermanos y nos da un modelo de cómo asimiló el pecado de sus hermanos en Jerusalen. 

7 En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. 

Interesante ver la palabra corrompido. Verdad que hoy la palabra corrupción la escuchamos bastante seguido. Es una palabra que viene del latin y denota que alteración de la pureza o integridad de una sustancia. Corromper aquí denota que nos apartamos del propósito, de la meta. Literalmente nos hemos podrido y tenemos olor a ruina. Notemos que El dijo “hemos” cuando el estaba en un lugar limpio y muy lujoso. Nehemías aun estando en Susa, pudo experimentar, el dolor por la corrupción de Jerusalen. 

8 Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; 

La cita es Levítico 26:33 Básicamente lo que está diciendo, es que si pecan los voy a dispersar. Nehemías cita la palabra de Dios en su aflicción. Nehemias sabe lo que Dios dijo. Un hombre que tiene a mano la palabra de Dios, puede enfrentar distinto una mala noticia. Tambien hay una referencia a Deuteronomio 30 

9 pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. 

Me encantan los “Pero” de la Biblia. Me apasiona como Dios cambia las historias, como para toda mala noticia hay un “pero” es como si Nehemías quiere enfatizar que aunque está todo mal y el pecado, la ruina y el dolor es grande, si nos volvemos a Dios y aplicamos su palabra y la ponemos por obra EL NOS RECOGERÁ y nos TRAERÁ al lugar. El énfasis de la frase “aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos” Es decir, aunque estés bien complicado, aunque la ruina sea grande, aunque no haya lugar para la esperanza, El nos restaurará! Quizás los muros son tan débiles y la ruina sea tan grande que no nos permita ver con claridad a donde vamos, pero es tiempo que recordemos sus PROMESAS 

10 Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. 

Hay una relación entre Dios y su pueblo que necesita ser restaurada. La palabra redimiste es compraste o mejor dicho, volviste a comprar! Quizás está haciendo referencia a que nos sacaste de Egipto con su mano poderosa. En la ruina, en el dolor, debemos recordar su obra de redención y sus grandes proezas. 

11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey. 

Nehemías luego de adorar a Dios. Luego de recordar que es un Dios grande, temible y poderoso. Luego de recordar la relación que Dios tiene con su pueblo, llega al momento de la petición. Pero notemos como hace su petición a Dios. Esté atengo “tu” oido, a la oración de “tu” siervo. Nehemías no pide que gracia del rey, sino gracia de Dios delante del Rey. Es que el favor de los hombres sólo es realmente beneficioso cuando surge en virtud del favor de Dios. Y claramente cuando dice “buen éxito” está declarando que el resultado de su misión, de su liderazgo sería espiritual. Un lider espiritual no buscaba su propia gloria. 
Notemos que termina el capítulo y no lo comienza con su posición jeráquica en la capital del Reino. Quizás alguna vez te pasó y estabas charlando con alguien y recién al final te dijo, yo soy tal o cual persona de gran importancia. Nehemías dejó sus títulos para el final. 

Charles Swindoll explica cuatro factores muy significativos que se verifican en las vidas de los líderes espirituales competentes y quiero compartirlos a continuación. 

1. El líder tiene un claro reconocimiento de las necesidades. El comienzo del versículo 4 dice: "Cuando oí estas palabras". Nehemías no estaba preocupado; no vivía en un mundo de sueños, opuesto a la realidad. El preguntó: "¿Cuál es la condición?" Ellos respondieron: "Es una situación miserable". El escuchó lo que le dijeron. Usted podría pensar que reconocer las necesidades es un concepto elemental, especialmente cuando se trata de líderes. Pero he conocido a muchas personas que están en posiciones de liderazgo responsable y que parece que nunca comprenden los problemas que tienen que resolver. ¿Está usted enterado de las necesidades? ¿Qué diría de las necesidades de su propia familia? ¿Es usted sensible como padre y como cónyuge? Quizá usted viva solo. ¿Sabe usted qué es lo que hay en el corazón de sus padres, hacia dónde se inclina la balanza? Si usted enseña, ¿está enterado de las necesidades de los alumnos, los muchachos que llenan su salón de clase? Recordar (INVENTARIO) 

2. Nehemías dio un paso más allá del reconocimiento del problema; él se preocupó personalmente por la necesidad. No sólo oyó estas cosas, sino que también se sentó y se identificó con ellas. Nehemías fue llamado a construir el muro, pero él primero lloró sobre las ruinas. "Los muros están caídos, ¡oh Dios! ¿Cómo pueden estos muros estar abajo, y este pueblo continuar seguro?" Sin embargo, la reacción normal se expresa del siguiente modo: "¡Ay, los muros están destruidos! ¿Quién los profanó? ¿Quién los destruyó?" O "Tanta gente que ha estado regresando todos estos años, ¿y nadie ha construido esos muros? Envíenme los nombres de todos ellos; yo les daré su merecido". Estas reacciones son erradas. Un líder tiene que tener compasión. Antes de continuar adelante, quiero que aprendamos una lección muy práctica sobre un padre que se negó a reconocer una específica necesidad de la familia. La historia se halla en 1 Samuel 3 versículos 11 y 12: Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Que no se me diga que Dios no está preocupado por el hogar del líder. Ahí estaba Elí, un líder espiritual de Israel, y Dios estaba preocupado por su hogar. Leamos el versículo 13: Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. Subraye usted en su Biblia las palabras "él sabe" y "él no los ha estorbado". ¿Hay oportunidades cuando usted sabe que algo marcha mal en su hogar, pero se niega a intervenir para corregirlo? Descuidadamente echamos sombras sobre la razón y decimos: "Bueno, de algún modo tiene que arreglarse eso". Dios nos ha escogido a los padres para una de las más difíciles posiciones de dirección en el mundo: la de dirigir su hogar. El motiva, establece el paso, ofrece dirección y estímulo y maneja la disciplina. Elí sabía todo esto, pero no reprendía a sus hijos cuando desobedecían a Dios. Tal vez él se imaginaba que los dirigentes del templo enderezarían a sus hijos. Es trágico el hecho de que muchas personas le dejan a la iglesia la tarea de instruir a sus hijos y, por tanto, la iglesia vive bajo la constante acusación: "Los peores muchachos del mundo son los de la iglesia". Se le echa la culpa a la iglesia. Pero este no es un problema de la iglesia, sino del hogar. Raras veces puede la iglesia resucitar lo que el hogar ha sentenciado a muerte. (Escuchar predicacion de Juan Pablo Bongarra sobre Eli) 

3. En el versículo 5, oímos que Nehemías dice: "Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, . . ." El oró. Una de las características de un líder serio es que primero acude a Dios con el problema. ¿Cuál es la reacción de usted cuando se le presenta una necesidad? Puedo decirle cuál es, por cuanto esa es por lo general mi primera reacción, a causa de mi naturaleza humana caída. "¿Cómo puedo resolver esto?" O ¿quién hizo que esto fuera mal? El problema de su pueblo, cualquiera que sea, no quedará completamente resuelto, mientras usted no lo presente a Dios en oración. La oración, repito, es absolutamente esencial en la vida del líder. Veamos cómo se portó Nehemías delante del Señor. Primero alabó a Dios. Versículo 5: . . . Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos. El sabía que no estaba acudiendo simplemente ante otro hombre, sino ante el Dios del cielo. ¿Para quién trabajaba Nehemías? Para el rey. ¿Fue este rey grande y poderoso en la tierra? ¡El más poderoso de todos! Pero al compararlo con Dios, el rey Artajerjes no era nada. Así que es razonable que cuando acudimos a Dios en oración, colocamos las cosas en su perspectiva apropiada. Si usted tiene dificultad para amar a cierto individuo o para relacionarse con él, preséntelo a Dios. Importune al Señor con esa persona. No se moleste usted por ese individuo; déjelo en el trono. Notemos las palabras "hemos pecado" y "yo". La confesión no era a favor de la falta de otra persona. La confesión guardaba relación con la parte que Nehemías tenía en el problema. ¿Qué hacemos nosotros cuando estamos en conflicto con otra persona? Por lo general le echamos la culpa a la otra persona. Así se manifiesta otra vez nuestra naturaleza caída. Por lo general pensamos en unas seis o siete maneras en que la otra persona ha manifestado su terquedad e indisposición para el cambio, pero raras veces consideramos que somos parte del problema. Pero ambas personas tienen parte. Así que lo primero que Nehemías dijo con respecto al problema fue lo siguiente: "Señor, yo soy culpable. No sólo quiero ser parte de la solución; confieso que soy parte del problema". 

4. Nehemías mismo pudo hacer frente a la necesidad. "Concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón". El reconoció claramente la necesidad. Se metió en ella. La llevó ante Dios. Ahora estaba dispuesto para hacer frente a la necesidad, si eso era lo que Dios deseaba. Un líder genuino se caracteriza por su diligente fidelidad en medio de la tarea. Y esa fidelidad es más que una inclinación pasiva. Se manifiesta por el hecho de que la persona está disponible y porque se incluye personalmente en la solución de las necesidades. No hay mucho beneficio en el liderato cuando se encomienda la responsabilidad a otro. En la Infantería de Marina, a menudo se dice que un capitán siempre permanece con su compañía y el jefe de un pelotón permanece con su pelotón. Cuando más crece la intensidad de la batalla es cuando más significado tiene su presencia. A los comandantes se los instruía a estar disponibles, a meterse en la batalla. El alejamiento continuado de los jefes militares debilita la moral de los que están bajo su mando.

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