¿Quién gana en éste matrimonio?

Algunas veces hay parejas que explotan de inmediato como si fueran una pelea de gatos.

Todo puede comenzar con un desacuerdo, despues algunos gritos, comienzan las frases hirientes y así siguen por un largo rato.

Es justo aquí, donde surje mi pregunta del título: A ver, decime, ¿quién va ganando en tu matrimonio?

Ustedes saben bien a qué me refiero, ya que en realidad lo que estoy preguntando es ¿Quién se está imponiendo a su rival? Permítanme decirles que si alguien está ganando en su matrimonio, es el conflicto y los dos están perdiendo, porque el matrimonio no es un deporte, es una relación.
El control causa grandes problemas en el matrimonio y no me estoy refiriendo al control remoto. En éste punto es donde fallan la mayoría de los hombres.
La lucha de poderes no sólo se da a nivel político, sino en todos los aspectos de la vida matrimonial donde conviven dos mundos que ahora deben unir sus vidas descubriéndose el uno al otro. Muchas de éstas discusiones motivan su origen en que hemos perdido la capacidad de descubrir y conocer a nuestra pareja. Pensamos que ya conocemos todo sobre el/ella, pensamos que sabemos cómo va a reaccionar, que va a hacer, hasta que nos sucede algo que nos pone en SHOCK, pues nos dijo algo que nunca nos dijo.
Tener el control no es el modelo bíblico para el matrimonio, el modelo que Pablo cita en 1 Corintios 7:3-5 es el modelo de la sumisión mutua. Es probable que sea una de las cosas más difíciles de las que nadie viene preparado en éstos tiempos, porque la sumisión insiste en que mueras a vos mismo y si hay algo que la filosofía moderna predica es que nunca renuncies a lo que sos.
El matrimonio se trata de poner las necesidades del otro por encima de las propias. Se trata de relacionarnos con gentileza, desarrollando una amistad y preocupándose el uno por el otro.
Si ganas en tu matrimonio, perderás en la vida.
Debes elegir tomar el control y pelear, o soltar control y usar nuestras emociones para servir, proteger y darnos amor el uno al otro. No es fácil, pero se puede y una vez que lo intentes, tu matrimonio será muy distinto al de la foto. Permite que Dios tome el control de tu vida y pídele que te muestre cómo soltar el control de tu matrimonio.