Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob. (Génesis 25:28 RVR60)
A simple vista la declaración es muy positiva porque menciona como los padres aman a sus hijos. En un mundo gobernado por el egoísmo y por la indeferencia, es algo inusual ver a un padre abrazando a un hijo. Digo ésto, porque "el consumismo" engañó a muchos padres dándoles la idea de que, si más tienen o si mas generan, o si más pueden viajar y descansar, estarán amando más a sus hijos. ERROR. El amor es tiempo con tu hijo, no dinero hacia tu hijo. El amor es trabajar lo suficiente como para sostener a tus hijos y poder dedicarles el resto de tu tiempo.
Volviendo al versículo de Génesis, es importante resaltar la palabra "mas" o como dice la NVI "pero". Claramente el texto quiere mostrarnos que el padre amaba a un hijo en particular y la madre amaba al otro. Si terminamos de leer la historia veremos el triste final de la misma, pero hoy quiero enfocarme en la importancia que tiene un hijo en la vida de un padre/madre. Veamos 3 consecuencias negativas de por qué hacer preferencia por los hijos, es un verdadero desastre.
Primero, el pero o el mas, demuestran que tanto Isaac como Rebeca tenían un amor diferente hacia sus hijos, por lo tanto se coloca en jake mate al primer principio de todo matrimonio, la unidad. Los padres ante sus hijos deben ser una sola persona, ésto incluye el amor hacia sus hijos. Un padre que decide amar de manera diferente a sus hijos que su madre no sólo construye un abismo generacional en sus hijos sino que comienza a destruir tambien su relación matrimonial porque comienza a dividir a su familia.
Segundo, el pero o el mas, genera una estúpida competencia por demostrar quien ama mas a sus hijos, como si en el cielo obtuviéramos un premio por eso. El amor hacia los hijos debe ser una actividad colaborativa de los padres y mas en éstos días donde las responsabilidades laborales hacen que el tiempo sea muy escaso. Creer que si ella enfoca en el nene y yo enfoco en la nena estamos balanceando el amor, es una gran estupidez. Me enojo y mucho con ésta actitud porque los padres al hacer ésto, estan lanzando misiles hacia la autoestima de cada hijo y provocando una rivalidad que traerá tristes consecuencias mas adelante.
Tercero y último, el pero o el mas, crea una enorme cantidad de preguntas innecesarias en el niño. Ponete en su piel un segundo. -Ok, (piensa el niño) Mamá me recontra ama, que bueno! Pero ¿por qué papá no me abraza como a mi hermano/a? ¿qué hice mal, que papá no me acepta? ¿qué cualidad o que virtud tiene mi hermano/a que yo no tenga? ¿cómo hago para meterme entre papa y mi hermano/a? ¿qué defecto tengo que no me quiere cómo a el/ella? Así podríamos seguir generando preguntas relacionadas con la identidad del niño que paulatinamente destruyen la seguridad del niño, por un desbalanceo en el amor de los padres.
Si en alguna de éstas situaciones te sientes identificado, sería bueno que primero pidas perdón a Dios y le pidas una nueva oportunidad para relacionarte con tus hijos. Lo segundo, es necesario que converses junto a tu esposa/o para identificar éstas diferencias y enterrarlas juntos en el fondo del mar, por amor a tus hijos. Lo tercero, generá junto a tu cónyuge momentos de unidad donde todos hagan algo juntos y pedile a Dios que fortalezca la seguridad de tus hijos. Lo cuarto, esperá a tu esposo/a para hablar con tus hijos. Si sos mamá, generá espacio para que papá actue en el vínculo con los hijos. Si sos papá, unite a lo que tu esposa ya está haciendo con tus hijos para sumar evitando las diferencias.
Recordá que la impotancia de ser hijo es una responsabilidad compartida con tu cónyuge, que unida a Dios hará que desarrolles hijos fuertes, seguros y con una sólidad identidad de su existencia en éste mundo.
Genial es asi... siempre compare esta parte de la biblia... es real aun.
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