A veces me auto-pregunto en las noches. ¿No es cansador estar todo el tiempo hablando de matrimonios? ¿No te agota estar todo el tiempo escribiendo y meditando sobre cómo Dios quiere que vivamos el matrimonio?
Muchas preguntas mas aparecen, pero todas son respondidas cuando escucho los sermones de mi viejo y veo como estuvo mas de 10 años trabajando con matrimonios sin descanso. En los primeros minutos de éste sermon, cuenta un poco su historia y me gustaría compartirselas!
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