Como emprendedores necesitamos buscar nuevas preguntas para conocer esos insight que traeran nuevas ideas a nuestros proyectos. Las preguntas nos motivan a salir de la pereza intelectual y a seguir indagando, buscando y hasta cierto punto imaginando resultados que te lleven a nuevos caminos.
A veces es mas cómodo no indagar, sobretodo porque es trabajo arduo hacer ciencia de nuestro proyecto. Al hacer investigación, nos sucede a menudo, que nos vemos desbordados por algun super-mega-archi conocedor o lugar de conocedores. Para encontrar el rebote de tu pasión, veamos la anécdota que traigo a colación.
San Agustin al comenzar a escribir sobre algo bien complicado, como lo fué y es la Santísima Trinidad, comenzó con una historia. Él soñó que en una playa había un nenito que, en un pozo de arena iba echando agua que sacaba del mar ayudado con su baldecito. La anécdota continúa cuando San Agustin se acerca al niño y le pregunta:
- Qué estás queriendo hacer?
- Meter al mar acá, le contesta el niño.
- Es imposible! Responde San Agustin
- Y vós queres meter a Dios en tu cabeza?
Esta anécdota repetida por infinidad de curas y predicadores para que sus jóvenes estudiantes dejen de hacer preguntas, nos motiva a ver que San Agustin respondió con 13 Tomos sobre la Santísima Trinidad. Justamente, como no me cabe en la cabeza, tengo que escribir más! Sucede exactamente lo mismo con nuestras iniciativas. El desborde de conocimientos aparentemente inalcanzables, provoca ver un abismo entre vos y ellos, o simplemente ver una oportunidad para seguir preguntando!
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