Vivímos días superficiales. No hay tiempo para clasificar la información. La recibimos y la compartimos casi instantáneamente. La superficialidad ha superado por varias millas a la profundidad. Hoy es mas importante compartir que pensar. Una de las batallas pendientes en la familia de hoy, es la coherencia en el mensaje. Si bien hemos hablado éste tema en capítulos anteriores, hoy merece un apartado especial. Creo que la tecnología está invadiendo nuestra manera de racionalizar la información de tal manera que la depura por nosotros y "parecería" que hasta la interpretara por nosotros. Una de las palabras mas utilizadas en publicidad, que se utiliza para describir una buena acción de marketing, es la palabra "pertinente".
La
televisión que tenemos es pertinente a la
sociedad que vivimos. Todos se escandalizan por Tinelli y sus falta de
códigos, pero ¿sabías que las marcas se pelean por estar en ese programa y pagar el segundo mas caro de la
televisión argentina? Obviamente las marcas están donde está la gente.
Con nuestros mensajes ocurre lo mismo, si decimos una cosa pero estamos haciendo otra, nuestro mensaje se vuelve incoherente.
Dice el diccionario que "pertinente" es algo que
está relacionado con lo que se discute o habla. Que es conveniente y
oportuno para una situación determinada. Coherencia es la cohesión o relación entre una cosa y otra. Nuestras familias y nuestros matrimonios necesitan tener mensajes coherentes y pertinentes. Decirle a nuestros hijos que sean ordenados mientras nosotros (los padres) tiramos nuestras zapatillas en cualquier lado, es un mensaje incoherente. Nuestras decisiones jamás serán pertinentes, ni tendrán el efecto que buscamos si naufragamos en la incoherencia de decir algo que no vivimos o viceversa. Hay un dicho muy famoso que dice "tus hechos gritan tan fuerte que no me dejan escuchar el sonido de tus palabras"
Me gustaría que juntos revisemos un pasaje de la biblia donde veremos como la definición del lugar de la última cena de Jesús con sus discípulos nos revela cómo el mensaje de JESUS es pertinente.
Marcos 14:12-16
El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando
sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde
quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua? Y envió dos de
sus discípulos, y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un
hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle, y donde entrare, decid
al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he
de comer la pascua con mis discípulos? Y él os mostrará un gran
aposento alto ya dispuesto; preparad para nosotros allí. Fueron sus
discípulos y entraron en la ciudad, y hallaron como les había dicho; y
prepararon la pascua. (SAN MARCOS 14:12-16 RVR60)
Notemos cuatro puntos importantes que deberíamos poner en práctia a la hora de evaluar nuestra coherencia y ver cómo Jesús impactaba a las personas no solo con sus palabras, sino tambien con sus hechos.
1.- Repensemos nuestra estrategia y revisemos la estrategia de Dios: Necesitamos preguntarle a Dios como le preguntaron sus discípulos
¿Dónde quieres que vayamos? Humildad, muchas veces, es reconocer que Dios puede tener un mejor plan que el que nosotros tenemos. Quizás necesites pedir perdón a tus hijos por no hacer lo que decís. Ése es un buen momento para comenzar a caminar con coherencia. O quizás necesites preguntarle a Dios, ¿en qué aspectos estás teniendo un doble mensaje? Dice la Biblia que el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. La falta de coherencia te hará perder tiempo, fuerzas y autoridad frente a los que te rodean.
2.- Aprendamos a depender de la provisión de Dios: Para recibir de Dios debemos estar en el lugar
donde Dios da las cosas. Dice Ernesto Trenchard, que el Maestro no
señaló la calle ni el número de la casa, sinó le dió una señal. "un
hombre llevando un cántaro de agua". En ésos tiempos el trabajo de traer
agua a la casa era de las mujeres y no de los hombres. El lugar desde donde hablamos tambien habla por nosotros. No es lo mismo decirle a tus hijos algo mirando la tele, que mirándolos a sus ojos. Dios quiere proveernos pero para eso necesitamos seguirle y andar como Él anduvo.
3.- Necesitamos leer diariamente la Palabra de Dios: Para que Dios actue, necesitamos leer su palabra
y conocer su dirección. Notemos la siguiente progresión. Seguir a un
hombre y éste hombre les serviría como un gps celestial para llegar a la
casa y por último el amo de la casa, les mostraría el aposento alto.
Dice Matthew Henry que Jesús les instruyó de ésta manera para enseñarles
a depender de la palabra de Dios en cada paso. Hace muchos años atras viajábamos de noche con mi papá en el auto. El manejaba y yo era su copiloto. De pronto, mientras viajábamos por una ruta solitaria, veo que el saca las "luces altas" y pone las bajas. Así está un rato y cómo no venía nadie de frente, yo pensaba adentro mío: -Pero ¿cómo no alumbrar mejor el camino, si vamos completamente solos? Fue entonces, cuando no aguante mas y le pregunté por qué había bajado las luces. El respondió: Jorge, sabías que Dios actúa de la misma forma con nosotros. Muchas veces le pedimos a Dios que nos muestre el plano completo de lo que va a hacer y el nos enciende las luces bajas y nos pide que en la medida que avancemos, él nos mostrará el camino. Ver Josué 3
4.- Por último, necesitamos necesitamos esperar el tiempo de Dios: Hay dos palabras en la Biblia que definen al tiempo. El cronos y el kairos. La primera viene de cronómetro, cronología, y es nuestro tiempo humano. Por ejemplo, en éste momento son las 18:30 hs de un miércoles 5 de septiembre. Pero el kairos es el tiempo de Dios. Notemos que en el versículo 12
"cuando sacrificaban el cordero de la pascua" Aqui vemos como Cristo
comió la pascua en el tiempo acostumbrado por los judios. Entonces el mensaje vuelve a ser pertinente porque ocurre en el tiempo adecuado y en el lugar indicado.
Querido Dios, ayudanos a vivir cada día, de manera coherente donde nuestras acciones respalden lo que decimos y a tener palabras pertinentes para cada situación. En el nombre de Jesús. Amen!
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